«Respect» es una de las canciones más emblemáticas y poderosas que emergió de la explosiva era del soul de los años 60. Interpretada por Aretha Franklin, la «Reina del Soul», este tema se convirtió en un himno de empoderamiento y una demanda ferviente de igualdad y reconocimiento personal.

La canción, lanzada en 1967, es una interpretación vibrante y audaz del tema originalmente compuesto y grabado por Otis Redding. Sin embargo, bajo la voz y el carisma de Franklin, «Respect» se transformó en un poderoso grito de batalla que resonó más allá de su contexto musical, adoptando un significado profundo en los movimientos de derechos civiles y de mujeres.

La voz de Aretha Franklin en «Respect» es más que una mera interpretación vocal; es alucinante: no es solo que cante bien, es que tiene una energía y un rollo que te atrapan al instante. Cuando canta, te hace sentir cada palabra con un power impresionante.

Y no está sola en esto: la música también es una pasada: el piano que no para, los instrumentos de viento metal que resuenan fuertes con ritmo que se te mete y no te deja quieto. Todo esto se junta para que el mensaje de la canción te llegue claro y directo.

En «Respect», Aretha Franklin usa la técnica llamada «llamada y respuesta», que es una técnica musical que deriva originalmente de la música gospel. Es como un eco cuando uno grita algo y los demás responden al momento. Eso hace que la canción tenga más fuerza y te llegue el mensaje de que hay que ser fuertes y decididos.

Y oye, «Respect» no es una canción más, es una de esas que marcan la historia. Hoy en día, sigue siendo un himno para todo aquel que buscan ser respetado·a y afirmarse a sí mismo·a. Es como si Aretha y la banda te dijeran: «Oye, escucha esto, que es importante: merezco respeto».