Aud PALESTRINA Misa Papae Marcelli
Tras la Reforma -liderada por Martín Lutero (1483-1546)-, la Iglesia católica respondió con su propio movimiento reformista conocido como la Contrareeforma (1530-1590). En su deseo de regular todos los aspectos de la disciplina religiosa, el Concilio de Trento abordó la cuestión de la música eclesiástica. Los cardenales asistentes criticaron que los cantantes tenían la costumbre de embellecer los cantos tradicionales (las melodías gregorianas), se opusieron al uso de los instrumentos en los servicios religiosos y el uso de texturas polifónicas que «hacían ininteligibleel texto sagrado». La comisión del Concilio de Trento encargada de abordar el problema dictó una serie de recomendaciones en favor de un estilo vocal puro que respetara la integridad de la música sacra, evitara el virtuosismo y fomentara la piedad. Uno de los compositores que mejor atendieron la exigencia de una música eclesiástica reformada fue Palestrina.
Palestrina y la Misa del papa Marcelo
Giovanni Pierluigi da Palestrina (†1594), llamado Palestrina por su lugar de nacimiento, trabajó como maestro de coro de la Capilla Sixtina, en San Pedro de Roma. Escribió más de cien misas, entre ellas la famosa Misa del papa Marcello. Parece ser que esta misa se escribió con el fin de demostrar que se podía componer música polifónica siguiendo las recomendaciones formuladas por el Concilio de Trento.
Como el coro papel de aquella época cantaba sin acompañamiento instrumental, la Misa del papa Marcelo se interpretaba a capella. Escrita para 6 partes vocales: soprano, contralto, dos tenores y dos bajos, distribución típica de los coros eclesiásticos de la época, exclusivamente masculinos. La voz superior era cantada por niños sopranos, las partes de contralto niños contralto o contratenores y las partes inferiores se repartían entre las tesituras normales de la voz masculina.
A lo que hay que prestar atención:
- Inicio con un canto monofónico («Credo in unum Deum»)
- Texto audible, declamado silámicamente
- Ejecución a capella (coral, sin acompañamiento)
- Cambios de densidad y textura en varios registros (voces agudas frente a graves)
- Alternancioa de texturas homofónicas y polifónicas
- Armonía plena y consonante
Fragmento del Credo de una de las mas bellas Misas que compuso Giovanni Pierluigi da Palestrina, dedicada al Papa Marcelo II. El Credo entero dura mas o menos 9 minutos.
Texto:.
Credo in unum Deum, Patrem omnipoténtem, Factorem cæli et terræ, visibílium ómnium et invisibílium Et in unum Dóminum Iesum Christum, Filium Dei unigénitum et ex Patre natum ante ómnia sǽcula: Deum de Deo, Lumen de Lúmine, Deum verum de Deo vero, génitum, non factum, consubstantiálem Patri: per quem ómnia facta sunt; qui propter nos hómines et propter nostram salútem, descéndit de cælis, et incarnátus est de Spíritu Sancto ex Maria Vírgine et homo factus est, crucifíxus étiam pro nobis sub Póntio Piláto, passus et sepúltus est, et resurréxit tértia die secúndum Scriptúras, et ascéndit in cælum, sedet ad déxteram Patris, et íterum ventúrus est cum glória, iudicáre vivos et mórtuos, cuius regni non erit finis. Credo in Spíritum Sanctum, Dominum et vivificántem, qui ex Patre Filióque procédit, qui cum Patre et Fílio simul adorátur et conglorificátur, qui locútus est per prophétas. Et unam sanctam cathólicam et apostólicam Ecclésiam. Confíteor unum Baptísma in remissiónem peccatórum. Et exspécto resurrectiónem mortuórum, et vitam ventúri sǽculi. Amen.
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Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación descendió del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo (cf. Filioque), que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Reconozco que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados, espero la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro. Amén