Académica: música del Barroco, del Clasicismo y del Romanticismo

La música académica también conocida como música clásica, culta o seria, es un conjunto de composiciones fundamentadas en estructuras formales complejas (macroformas), cuya transmisión se realiza a través de partituras escritas. A diferencia de la música popular o folclórica, su interpretación y composición requieren una formación académica especializada. Gracias a su registro en partituras, esta música evoluciona tanto armónica como formalmente, volviéndose progresivamente más compleja y estructurada.
Este apartado abarcará 300 años de evolución de la música académica, desde el siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XX, periodo en el cual experimentó un crecimiento significativo tanto en el ámbito teórico, con la publicación de tratados de composición y armonía, como en su desarrollo formal, dando lugar a obras cada vez más extensas y elaboradas.
Barroco | Clasicismo | Romanticismo |
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JB Lully H. Purcell Francesca Caccini GF Haendel, A. Vivaldi, J.S. Bach, E. Jacquet de la Guerre
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Haydn W A. Mozart Marianna Martinez Mª Theresia von Paradis L. Boccherini
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L.v Beethoven F. Schubert Clara Schumann R. Schumann F. Chopin G. Verdi R. Wagner Fanny Mendelssohn Félix Mendelssohn |
Características generales de la música académica
Transmisión escrita: Permite la conservación fiel de las obras a lo largo de los siglos, en formato físico (partitura: documento escrito en notación musical) garantizando que cualquier persona con conocimientos musicales pueda ejecutar una correcta interpretación.
Análisis y estudio de partituras de grandes compositoras/es permitió establecer la armonía y la teoría de los acordes. Esta teoría organiza y combina los sonidos simultáneos (acordes) con el propósito de generar sensaciones de estabilidad o tensión, estableciendo las bases del sistema tonal en el que se basa gran parte de la música occidental.
Nuevos géneros y formas musicales (1): En el Barroco surgen nuevos géneros como la ópera: espectáculo teatral en el que los diálogos se interpretan cantando, acompañados de música en directo. Entre las formas musicales destaca la evolución de macroformas como la sonata, la sinfonía y el concierto, cada vez más difíciles de interpretar. Esto impulsó la figura de músicos profesionales que se convirtieron en virtuosos.
Profesionalización: el desarrollo de las composiciones y la evolución de los instrumentos llevó a una mayor exigencia técnica, requiriendo la habilidad de profesionales (cantantes, e intérpretes, coompositoras/es) con un alto grado de virtuosismo interpretativo.
Instrumentos: A lo largo de este período, los instrumentos musicales experimentaron una gran evolución, lo que dio lugar a luthieres muy especializados e instrumentos musicales cada vez más valiosos. Además se consolidó la orquesta: una agrupación instrumental más estable, con más de 35 intérpretes organizados en familias como la cuerda (violín, viola, violonchelo), el viento madera (flauta, oboe, clarinete), el viento metal (trompeta, trompa) y la percusión. Esta evolución hizo imprescindible la figura de un director o directora de orquesta, encargado/a de coordinar la interpretación, el equilibrio sonoro y la expresividad del conjunto.
Recepción: Inicialmente, esta música se escuchaba en cortes y palacios, ya que solo la nobleza podía permitirse comprar instrumentos musicales y contratar músicos y compositores a su servicio. Sin embargo, en el siglo XIX, con la creación de salas de conciertos abiertas al público, cualquier persona podía asistir pagando una entrada. Esto favoreció la profesionalización del sector y amplió el acceso a la música más allá de la aristocracia.
(1.) Por formas musicales se refieren a la estructura interna de una obra (como la sonata, la sinfonía o el concierto), mientras que los géneros musicales aluden más al contexto, la función o el estilo de la música.
Luthieres: artesanos especializados en la construcción, reparación y mantenimiento de instrumentos musicales, especialmente los de cuerda frotada, como el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo. Su labor es fundamental para garantizar la calidad sonora y la conservación de estos instrumentos.
Orquesta: conjunto instrumental conformado por diferentes familias de instrumentos, organizado de manera jerárquica y dirigido por un director/a. Su tamaño y configuración han evolucionado a lo largo de la historia, desde las pequeñas orquestas barrocas hasta las grandes orquestas sinfónicas del siglo XIX y XX.
Ópera: espectáculo teatral en el que los diálogos se interpretan cantando, acompañados de música en directo.
Virtuosa/o: cantante o instrumentista con un nivel de habilidad técnica y expresiva excepcional, capaz de ejecutar obras de gran dificultad con precisión, musicalidad y creatividad. En el Barroco y el Romanticismo, la figura del virtuoso/a alcanzó gran reconocimiento, destacándose en la interpretación solista y en la composición de piezas diseñadas para mostrar su destreza.
Barroco (1600- 1750)
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La música compuesta a partir del año 1600 marca la introducción de un nuevo estilo en el que destaca el uso de la monodia, es decir, el canto solista con acompañamiento instrumental. Esta práctica permitió una mayor expresividad en la interpretación vocal y facilitó el desarrollo de la ópera.
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El acompañamiento instrumental, conocido como bajo continuo, se anotaba en la partitura mediante cifras en lugar de notas (bajo cifrado). Este continuo solía interpretarse con dos instrumentos: un instrumento de cuerda grave, como la viola da gamba o violonchelo, para la línea de notas graves, y un instrumento de teclado, como el clavecín, encargado de completar la armonía con acordes. Esta técnica ofrecía al intérprete libertad para adornar e improvisar a partir de los acordes indicados en la partitura.
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Durante el período barroco surgió el sistema tonal (basado en escalas mayores y menores), que sustituyó gradualmente a los modos medievales y renacentistas.
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La creación y consolidación de macroformas musicales como la ópera, la sinfonía y el concierto: composiciones de gran formato subdivididas en varios movimientos
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El uso de adornos e improvisaciones dio lugar a melodías cada vez más complejas y ricamente ornamentadas, con variaciones que intensificaban la expresividad. Las líneas melódicas eran profundamente dramáticas, y se empleaban contrastes dinámicos para provocar efectos emocionales impactantes en la audiencia.
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El contrapunto, una técnica compositiva basada en la combinación de múltiples líneas melódicas independientes, alcanzó su máxima expresión en el Barroco y especialmente en la obra de Johann Sebastian Bach.
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Durante esta época, surgieron algunos de los instrumentos más importantes como el laúd, el violín y el clavecín, cada uno con un papel fundamental en la música instrumental del Barroco. El órgano, por su parte, desempeñó un rol destacado en el repertorio litúrgico y en la interpretación del contrapunto.
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En este periodo cuando surgió y se consolidó la orquesta como una agrupación instrumental estable, organizada en familias bien definidas: cuerda, viento madera, viento metal y percusión. Esta evolución permitió una mayor riqueza tímbrica y la creación de obras orquestales más elaboradas.
CACCINI – Chi desia di saper (de la ópera La liberazione di Ruggiero, 1625): aria de una ópera en la que se canta una historia donde las mujeres tienen un papel clave en la liberación del héroe.
LULLY – Marche pour la cérémonie des Turcs (1670): marcha orquestal concebida para la danza, que refleja la majestuosidad de la música cortesana francesa bajo el reinado del Rey Sol, con su carácter solemne y ceremonial.
PURCELL – Lamento de Dido (de la ópera Dido and Aeneas, 1689): un aria de lamento basado en un «bajo ostinato descendente», un recurso compositivo muy expresivo para representar la tristeza y el dolor.
JACQUET DE LA GUERRE – «Suite para clavecín en Re menor» (1687): Una de las suites para clavecín, que combina elegancia, virtuosismo y expresividad en la escritura para clave y la ornamentación característica de esta época.
MARAIS – Folia española: Una obra para viola da gamba que explora la forma variaciones sobre un bajo ostinato, destacando la riqueza tímbrica del instrumento.
HAENDEL – Lascia ch’io pianga (de Rinaldo, 1711): Un aria barroca con gran carga emocional y ornamentaciones vocales complejas (virtuosísticas) sobre el bajo continuo.
BACH – Fuga en Re menor, BWV 565 (1710): fuga representa ejemplo del contrapunto y del dominio en la forma fuga.
VIVALDI – Concierto para violín (de Las Cuatro Estaciones, 1723) con diálogos entre el violín solista y la orquesta que muestran contrastes dinámicos y expresividad.
Clasicismo (1750-1810)
El Clasicismo fue una época de mucha experimentación musical. Haydn, Mozart y Beethoven fueron encontrando soluciones a nuevos retos musicales como el perfeccionamiento de una forma musical de gran formato o macroestructura denominada ciclo en varios movimientos. Establecieron una estructura formal capaz de sostener composiciones de 30 minutos o más, ya fuesen interpretada un solo instrumento (sonatas), por cuatro instrumentos de cuerda (cuarteto) o por toda una orquesta (sinfonías). Fue tanta la brillantez de estos compositores que sus sinfonías, conciertos, sonatas para piano, cuarteto para cuerdas y obras semejantes se convirtieron en modelos insuperables para todos compositores que han venido tras ellos, y no han dejado de ser interpretadas desde entonces.
En el Clasicismo, Haydn y Mozart establecieron la estructura de las formas musicales de gran formato: sonatas, sinfonías y conciertos.

- Durante el período Clásico, la orquesta, que había tomado forma durante el Barroco, comenzó a crecer hasta alcanzar un mayor equilibrio sonoro entre las familias instrumentales mientras va desapareciendo el uso del bajo continuo del clavicémbalo barroco.
- La composición musical se centraba en la corte, con compositores empleados por un monarca, por un emperador o miembros de la aristocracia.
- Se otorga importancia a la proporción de las partes dentro de la composición. El resultado es una música que suena con elegancia y con equilibrio formal.
- Los compositores del clasicismo utilizan más variedad de contrastes melódicos, rítmicos, tonales, dinámicos y tímbricos, que los del Barroco, quienes habían procurado que cada una de sus piezas se mantuviera dentro de una misma atmósfera o clima desde el comienzo hasta el final. Destacan melodías cantables y líricas, ritmos regulares y texturas claras y ligeras (homofónica o melodía-con-armonía-acompañante principalmente, aunque en determinadas secciones encontramos contrapunto).
- Comienza a diferenciarse la «ópera seria» en la todo (música instrumental y vocal, ballet, y puesta en escena) debía subordinarse al drama, de la ópera cómica. Otras obras de música vocal fueron los oratorios (*2) y la música litúrgica (misas).
- En la música instrumental se impone la utilización de formas subdivididas en varios movimientos (macroestructura): son composiciones largas y complejas en las que, según el instrumento o la agrupación que las interprete, la composición se denomina sonata, sinfonía, concierto o cuarteto.
Cada uno de los cuatro movimientos se estructura internamente (microestructura) en forma binaria, ternaria, rondó, minuetto o forma sonata² , la más importante del periodo. La forma sonata (micro) es la más habitual e importante en este periodo. Se utiliza siempre para dar forma al primer movimiento de las composiciones en varios movimientos (macro).
Forma sonata o de Allegro de sonata (microestructura)

fuente: Rafael Fernández de Larinoa
Las composiciones instrumentales se organizan como un ciclo de cuatro movimientos (macroforma) relacionados entre sí en términos de tonalidad, tempo y carácter.
El primer movimiento del ciclo esta escrito en un tempo rápido y se ajustar a la forma allegro de sonata: tres secciones principales (exposición, desarrollo y recapitulación).
El segundo movimiento suele ser lento y adoptar la forma de tema con variaciones o forma ternaria (A-B-A).
El tercer movimiento (a veces omitido) es una danza en compás ternario, en forma de minueto y trío o scherzo y trío.
El cuarto movimiento es rápido y vivaz, casi siempre utiliza forma rondó, forma sonata o una combinación de ambas (rondó-sonata).
Romanticismo (1810-1890)
Los compositores y las compositoras del Romanticismo necesitaban una mayor libertad para poder expresar sus emociones de una manera más intensa y personal. La música escrita en el s.XIX se caracteriza por unas melodías memorables, una armonía ricamente expresiva en estructuras formales amplias y dilatadas. Las mujeres dedicadas a la música lograron un elevado estatus en la sociedad como intérpretes, profesoras, compositoras y mecenas musicales. Durante este periodo se produjo un auge del solista virtuoso y de la música hecha para aficionados (piezas breves).
A medida que los conciertos públicos formaron parte de la vida de las ciudades, la sinfonía y los conciertos para instrumentos solistas se convirtieron en la forma más importante de la música instrumental a la que los compositores del siglo XIX se acercan cada vez con mayor reflexión. Se denomina recitales a conciertos la atención se centra en un o una solista, con gran capacidad expresiva y virtuosismo.
- Se intensifica la expresión de las emociones y los sentimientos personales del compositor, de su fantasía e imaginación.
- A principios del siglo XIX tiene un enorme protagonismo la ópera de bel canto con compositores como Rossini, Bellini, Donizetti y Verdi. Las líneas vocales belcantistas son típicamente floridas e intrincadas, requiriendo suprema agilidad y control del tono.
- Wagner fue uno de los compositores más revolucionarios y controvertidos. Desarrolló un nuevo concepto de ópera en la que se fusiona una fusión entre música, poesía y pintura (“Gesamtkunstwerk” : «obra de arte completa»). Anula la distinción entre aria y recitativo en favor de un flujo continuo de «melodía sin fin» incrementando el protagonismo y el poder de la orquesta dentro de la ópera.
- La orquesta aumenta en cantidad (número de intérpretes) y en calidad tímbrica (incorporación de instrumentos nuevos o mejorados). Con ello los compositores exploran (alturas, dinámicas y timbres) y consiguen momentos profundamente dramáticos.
- A fin de dar a sus ideas más tiempo para explayarse alargaron las grandes formas heredadas de los maestros del Clasicismo (sonata, cuarteto, sinfonía o concierto). Una sinfonía de Haydn o Mozart dura unos veinte minutos; una de Brahms, Tchaikovski o Dvorak dura el doble. También crearon nuevas formas musicales como piezas breves para instrumentos solistas (nocturnos o impromptus) o más largas que se cohesionan mediante el uso de transformación temática (temas que se repiten, se transforman y reaparecen) o de leitmotiv en Wagner.
Las características principales de la música del Romanticismo
- Las melodías, unas tiernas y otras apasionadas, se hacen más largas, líricas y emocionales.
- Las armonías se enriquecen con cromatismos y modulaciones rápidas y aventuradas.
- Las texturas musicales se hacen más densas.
- La orquesta se amplia, a veces llega a proporciones inmensas. La sección de viento metal y percusión adquiere protagonismo.
- Una variedad de tipos de composición -desde obras para un solo instrumento (piezas breves para piano, canciones (Lied) a sinfonías u óperas con plantillas que requieren cantidad de instrumentistas -.
- Mayor virtuosismo técnico instrumental, especialmente en pianistas y violinistas, que se explota en conciertos y recitales.
*1: Ópera: género de música teatral en el que una acción escénica se armoniza, se canta y tiene acompañamiento instrumental. Las representaciones suelen ofrecerse en teatros de ópera, acompañadas por una orquesta.
*2 Oratorio: género musical teatral sin puesta en escena, ni vestuario, ni decorados, compuesto generalmente para voces solistas, coro y orquesta.

El pintor Menzel nos presenta muy detalladamente una típica velada cultural en la corte de Federico el Grande (1712–1786) en el Palacio Sanssouci. Este monarca era un ilustrado especialmente melómano por lo que se le llamó «el rey músico».
Podemos imaginarnos la atmósfera de un palacio del siglo XVIII: vestuario, muebles, candelabros e instrumentos... El solista se sitúa en el centro de la imagen. Le rodea un conjunto de cámara y el público lo forman nobles y personas de la corte, unos están atentos e incluso disfrutando del concierto y otros claramente aburridos.