Armonía
Definición de Armonía
Denominamos Armonía a la relaciones entre notas que suenan simultáneamente. Llamamos acorde a cualquier colección concreta de notas que suenan simultáneamente.
I. Acordes
La época de la música tonal, desde finales del siglo XVI hasta bien entrado el XX, se denomina la época armónica ya que la música tonal se distingue sobre todo por la importancia de sus elementos armónicos. Estos comprenden un vocabulario relativamente pequeño de tipos o categorías denominados acordes. El tipo de acorde más sencillo es la tríada, a partir de la cual se elaboran el resto de los tipos [Análisis armónico]
El movimiento armónico está formado por una sucesión de acordes, las sucesiones de acordes en las que el movimiento de las sucesivas fundamentales (notas sobre las que están construidos los acordes) se percibe más o menos claramente se denomina progresiones. La elección de las progresión depende de cuál sea la sucesión de acordes que se desee y también de cómo se muevan las diversas partes de un acordes hacia la siguiente, lo que recibe el nombre de conducción de voces. La conducción de voces y sus movimientos pertenecen al dominio del contrapunto.
II. Función del acorde
En la tonalidad*, los acordes se relacionan entre sí y con respecto a una armonía central, la tríada tónica; se identifican por medio de la fundamental sobre la que están construidos y de las relaciones interválicas existentes entre la fundamental y el resto de las notas.
La identificación de un acorde por medio del grado de la escala (número romano) que es su fundamental se denomina la función del acorde.
En el ej 1 la triada de Do mayor se identifica con el número romano I, lo que indica que está formada sobre el primer grado de tónica en Do (En la tonalidad de Fa mayor, esta misma tríada tendría función de dominante V; son Sol mayor, tendría función de subdominante, IV)
La tonalidad de un pasaje dado se define de manera característica por medio de la fuerza de sus funciones de tónica, dominante, subdominante (“grados tonales” de la escala) y en menor medida mediante sus funciones sobre los “grados modales” (mediante y superdominante, III y VI) grados que establecen si el pasaje está en modo mayor o menor.
En la música tonal, la utilización de funciones y progresiones concretas es tan habitual como la utilización de unas palabras y unas sintaxis concretas en la lengua y en la literatura. Las obras tonales pueden emplear recursos armónicos muy limitados, dos acordes (tónica y dominante) o pueden especialmente en las formas más amplias, incorporar una gran variedad de acordes en diferentes tonalidades.
III. Sucesión armónica, progresión armónica
En principio, cualquier acorde puede seguir a cualquier otro, lo que constituye sencillamente una progresión armónica. En la práctica, sin embargo, el vocabulario de la música tonal se halla limitado en gran medida en relación con los tipos de movimientos de fundamental y éstos pueden tener la diversa consideración de progresiones armónicas fuertes o débiles.
La progresión de V a I, dominante a tónica, especialmente en estado fundamental (con la fundamental de cada acorde en el bajo, como la nota más grave) ha pasado a ser no sólo la progresión más fuerte sino también la más habitual de la música tonal. [Cadencia] La subdominante en relación con la tónica, IV-I, es de fuerza menor.
Las progresiones débiles quedan ilustradas por medio de tríadas cuyas fundamentales están separadas por una tercera, por ej. I-III, o VI-I. Estas tríadas tienen dos notas en común y por ello la progresión entre ellas comporta un cambio de sólo una nota. (…)
Las tríadas con fundamentales separadas por un tono no tienen notas en común: la progresión implica un cambio de notas completo de uno a otro acorde. Estas progresiones se consideran fuertes, pero su utilización evolucionó de forma desigual en el período de la armonía tonal: por ejemplo, IV-V y V-VI se utilizan muy habitualmente, mientras que I-II, II-III y IV-III son muy infrecuentes.
IV. Estructura armónica de la frase.
La frase es la unidad básica en la que puede establecerse, proyectarse o cambiarse la tonalidad por medio de la armonía. Una frase posee estructura armónica en la misma medida en que presente una estructura melódica o rítmica. Los cambios armónicos de la frase [Ritmo armónico] pueden servir para resaltar la forma de una melodía que sostiene, pueden estabilizar, confirmar o prolongar una ronalidad, o pueden acarrear un cambio de tonalidad (modulación). (…)
V. Unidad y variedad tonal.
Una pieza tonal se unifica armónicamente por medio de la fuerza de sus funciones tónicas, que a su vez quedan establecidas, restablecidas o reforzadas por medio de la relación dominante-tónica (V-I) por encima de todas las demás. Las sucesiones armónicas que regresas a la tónica se denominan prolongaciones; tienden a estabilizar la tonalidad. La variedad llega por medio de otras funciones y relaciones que pueden establecer nuevas tónicas temporales y secundarias en un contexto momentáneos o en momentos más amplios por medio de la modulación o cambio de tonalidad. Estos contextos sirven para proyectar la tonalidad a través de tiempo.
En el nivel más fundamental, por ejemplo, un movimiento, la tonalidad global se considera una sola entidad que se simboliza por medio de una designación tonal: el primer movimiento de la Sinfonía nº1 en Do mayor de Beethoven por ejemplo, se dice que está “en Do mayor” a pesar de que en el curso de la obra se establezcan una serie de tonalidades intermedias.
Establecer o reforzar la función tónica por medio de una dominante precedente, es una necesidad de la música tonal.
Un cambio de tonalidad queda confirmado por una relación V-I en la nueva tonalidad. Las tonalidades afines pueden tener una o más funciones armónicas en común (acordes privotes) como un elemento unificador como por ej, V, iii y vi en Do mayor que son respectivamente el I, vi y ii de Sol mayor. Las tonalidades remotas entre sí suelen carecer de esta posibilidad por ejemplo Do mayor y Fa#mayor al no tener tríadas en común.
VI. Armonía y contrapunto
La armonía es vertical mientras que la melodía es horizontal; estas concepciones populares surgen en el sistema de notación occidental, que relaciona eventos simultáneos verticalmente en el pentagrama y eventos sucesivos a lo largo del timpo. El contrapunto designa una relación generalizada de melodías entre sí, o incluso una melodía y el bajo armónico. A su vez, un bajo armónico puede ser anodino melódicamente o consistir en una simple sucesión de fundamentales funcionales, pero simboliza el marco armónico dentro del cual puede moverse otra melodía. Una melodia…