Música instrumental barroca: orquesta y conciertos

  • En el Barroco se perfeccionaron los instrumentos y la orquesta tomó forma a partir del establecimiento de la familia de la sección de cuerda.
  • En este periodo surgieron nuevas formas instrumentales de grandes proporciones como la sonata y el concierto.
  • Dos tipos de conciertos fueron muy populares: el concierto para solista, para un instrumento frente a una orquesta y el concerto grosso, para un pequeño grupo de solistas y orquesta.
  • Antonio Vivaldi un violinista virtuoso, compuso Las cuatro estaciones, una famosa colección de conciertos para violín solista que representa la música programática.
  • Los 6 Conciertos de Brandemburgo de JS Bach constituyen ejemplos excelentes de concerto grosso.

El auge de la música instrumental

Durante el periodo barroco, la música instrumental llegó a ser tan importante como la música vocal por primera vez en la historia. Se desarrollaron nuevos instrumentos y se perfeccionaron antiguos. Los compositores eran grandes virtuosos: Bach y Haendel al órgano, Corelli y Vivaldi al violín, Scarlatti y Couperin al clave… Todos ellos elevaron la técnica de ejecución instrumental e hicieron perfeccionar la fabricación de instrumentos musicales.

En general a la hora de componer seguían pensando en términos de línea melódica antes que de color instrumental, lo cual significaba que la misma línea de música podía tocarse en un instrumento de cuerdas o de viento-madera o de metal. (En los periodos clásico y romántico, el color instrumental se cambiaba con frecuencia) Pero según avanzaba el periodo, los compositores del Barroco tardío comenzaron a escoger instrumentos específicos según su timbre  («escritura idiomática») es decir, indicaban en la partitura qué instrumento tenía que interpretar cada voz/parte de manera que controlaban el resultado tímbrico de la composición. Con la mayor precisión de las designaciones instrumentales nació el arte de la orquestación.

 

Orquesta

Durante el periodo Barroco la orquesta comenzó a adquirir forma como agrupación instrumental fija. Características de la orquesta barroca son:

  • una base firme de cuerdas, a las que los compositores añadían otros instrumentos según cada ocasión: una o dos flautas, oboes, fagotes, trompas y, ocasionalmente, trompetas y timbales;
  • el sonido del bajo continuo interpretado por dos instrumentos un instrumento grave (violonchelo o fagot) y un clave con el que el instrumentista no cesaba de formar acordes rellenando armonías y ornamentando las texturas sobre la línea del bajo que interpretaba el violonchelo;
  • efectos de contraste, especialmente de dinámicas y timbres. A menudo se utilizaban ornamentos en sonidos brillantes como el oboe y la trompeta, contra un fondo de cuerdas y continuo; otras veces se contrastaban bloques de sonidos de timbre diferente, como por ejemplo haciendo tocar las cuerdas y los vientos alternativamente para luego pasar al tutti (todos los instrumentos de la orquesta sonando a la vez)

Los instrumentos barrocos

Durante el siglo XVII se produjo una espectacular mejora en la construcción de instrumentos de cuerda. Algunos de los mejores violines jamás construidos procedían de los talleres de luthiers como Stradivarius, Guarnieri y Amati. Hoy en día los mejores de ellos cuestan sumas inimaginables. El joven violinista Joshua Bell ha poseído algunos de los valiosos violines Stradivarius, incluido el denominado «Tom Taylor» construido en 1732 que tocó en la banda sonora de El violín rojo, una película de 1998 que cuenta la historia de ficción de un vilolín desde su creación hasta el presente.

Las cuerdas de los instrumentos barrocos estaban hechas de tripa, no del acero empleado en la actualidad. La tripa procedente de los intestinos animales producía un sonido más suave pero más penetrante. En general, los instrumentos de cuerda del Barroco (violin, viola, violonchelo) son como los modernos salgo por algunos detalles de construcción.

En el Barroco tardío los compositores emplearon cada vez más los instrumentos de viento-madera por razones concernientes al color instrumental. Los penetrantes timbres de la flauta de pico, la flauta travesera y el oboe, todos ellos instrumentos hechos de madera entonces, eran especialmente eficaces para sugerir escenas pastoriles, mientras que el fagot aportaba un tono sombrío en la orquesta.

La trompeta se desarrolló a partir de un instrumento utilizado en el ámbito militar hasta llegar a adoptar un papel solista en la orquesta. Seguía siendo un instrumento «natural» (es decir, sin válvulas) lo cual exigía al intérprete un enorme virtuosismo. Las trompetas incrementaron la brillantez sonora de la paleta orquestal a la cual las trompas añadieron su dulce sonido que recordaba a la caza. Ocasionalmente, a la orquesta barroca se añadían timbales, que proporcionaban un bajo para las trompetas.

Los tres instrumentos de teclado más importantes en el Barroco fueron el órgano, el clave y el clavicordiio. En la música en grupo, el clave se encargaba del bajo continuo aunque también era muy utilizado para interpretar música a solo. El clave, clavecín o clavicémbalo diferían del piano moderno en dos puntos: en primer lugar, sus cuerdas eran pulsadas por púas (no golpeadas por martillos) y por ello su sonido no se podía sostener como en el piano. En segundo lugar, la presión de los dedos sobre las teclas no variaba el sonido sino ligeramente y producia sutiles matices dinámicos, pero no los extremos de sonoridad del piano.

En los últimos años, un nuevo interés por la autenticidad nos ha familiarizado con los sonidos de los instrumentos del siglo XVIII. Setán volviendo a tocar flautas de pico y traveseras fabricadas de madera, violines restaurados con cuerdas de tripa e instrumentos de metal sin válvulas, de manera que la orquesta barroca no solamente ha recuperado su escala más reducida (alrededor de 24 músicos), sino también su sonoridad transparente.