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Beethoven, el primer gran genio romántico

  • Beethoven fue una figura de transición entre el clasicismo y el romanticismo.
  • Las nueve sinfonías de Beethoven son obras monumentales pensadas para la sala de conciertos;
  • Su Quinta sinfonía, su composición más famosa, parte de un célebre motivo de cuatro notas que atraviesa los cuatro movimientos de la sinfonía.

Su música

Beethoven es el mejor arquitecto de la música. Su genio halló expresión en el tipo de pensamiento estructural requerido para las composiciones de gran formato, como la sonata y la sinfonía.  Los cuadernos en los que desarrollaba sus ideas musicales muestran cómo sus piezas iban gradualmente adoptando su forma definitiva.

La actividad compositiva de Beethoven pasó por tres periodos. El primero reflejó los elementos clásicos heredados de Haydn y Mozart. En el periodo intermedio aparecieron las características más estrechamente asociadas con el romanticismo: fuertes contrastes dinámicos, acentos explosivos y movimientos más largos. Beethoven amplió las dimensiones del primer movimiento de la forma sonata, y como Haydn y Mozart, hizo de la sección de desarrollo el centro dinámico de esta estructura formal. En sus manos, el movimiento lento son serenos mientras que el tercero se convirtió en un movimiento con un ritmo enérgico y expresivos en vez de elegantes: fue entonces cuando los minueto pasaron a denominarse scherzo. En cuanto al finale, lo alargó hasta convertirlo en un movimiento en tamaño e importancia comparable al primero. En su tercera y última etapa, Beethoven empleó más armonías cromáticas y desarrolló un escueto lenguaje en el que se prescindía de todo lo que no fuera estrictamente esencial. Esta es la etapa de sus últimas sonatas para piano, sus cuartetos de cuerda y la Novena sinfonía.

La sinfonía constituyó para Beethoven el medio ideal a través del cual dirigirse a su público. Sus nueve sinfonías están concebidas con unas dimensiones demasiado grandes para un salón aristocrático: están pensadas para la sala de conciertos.  Las dos primeras sinfonías son las más próximas al estilo clásico de Mozart y Haydn. Con la Tercera sinfonía, la Heroica, Beethoven llegó a su propio estilo maduro. A la Quinta sinfonía se la considera ya un «modelo de género» sinfonía. La Novena o Sinfonía Coral en el que los solistas vocales y el coro se unen a la orquesta, pone música a la Oda a la alegría de Schiller.

La forma «concierto» ofrecía a Beethoven una estructura formal en la que combinar el virtuosismo con la estructura sinfónica. Su Concierto para violín o sus cinco Conciertos para piano despliega las capacides técnicas del solista y obras cada vez más largas y complejas temáticamente. El piano ocupó una posición central en el arte de Beethoven, compuso treinta y dos sonatas. Beethoven escribió mucha música de cámara, y fue el cuarteto para cuerdas como su forma preferida.

La Quinta sinfonía

A lo que hay que prestar atención

  • Todo el movimiento se basa en el famoso motivo «breve-breve-breve-larga», primero aparece solo, luego en secuencia, después ampliado más allá, y siempre interpretado con diferentes instrumentos y dinámicas.
  • Forma sonata en la que el tema inicial A es fogoso y el 2º tema B es dulce y el motivo aparece en el acompañamiento.
  • Dramáticos cambios tonales entre mayor y menor

Tal vez es la más famosa de todas las sinfonías, la Quinta sinfonía, en do menor, op 67 de Beethoven es la expresión más concentrada de su arte. El primer movimiento en forma sonata indicada como Allegro con brio parte de la idea rítmica (al que se denomina «motivo del destino» ) de «tres breves y una larga» que aparece y reaparece a lo largo de toda la sinfonía.

El primer movimiento (en Do menor) tiene forma de allegro de sonata: consta de una Exposición, Desarrollo, Recapitulación y Coda.

La Exposición tiene de dos secciones A y B (en Do menor y en Mi bemol mayor, respectivamente).

La Sección A expone un Tema A construido a partir de un motivo principal de cuatro notas. El motivo es expuesto al principio en unísonos, y después desarrollado mediante una textura imitativa que culmina primero en una enfática semicadencia y posteriormente en una potente cadencia perfecta. Una breve transición en dos acordes realiza la transición a la sección B.

La Sección B -en Mi bemol mayor (III)- se inicia con una llamada del motivo principal en las trompas que da paso al Tema B (0´46´´), en Mi bemol mayor y de carácter lírico, que concluye de forma triunfal con una perorata basada el motivo principal.

Puedes ampliar la información en el siguiente enlace: Beethoven – Sinfonía nº5 en Do menor, 1er movimiento (análisis)

Quinta sinfonia Beethoven