La canción a lo largo de la historia de la música

Evolución histórica de una forma musical

1. La canción en la Antigüedad

Las primeras civilizaciones han dejado muestras en su narrativa y en su poesía religiosa de la importancia de la canción. Apenas se han conservado canciones de la Grecia y Roma antiguas con sus melodías intactas o que podamos transcribir a notación actual, (una bellísima excepción es la canción encontrada en el Epitafio de Seikilos), pero la poesía épica y lírica que ha sobrevivido da testimonio del uso y el prestigio que tenía la canción en las culturas clásicas.

[Aud Epitafio de Seikilos]

2. La canción monódica medieval

La mayoría de las canciones durante la Edad Media pertenecen al canto llano o gregoriano (canto religioso del cristianismo), dentro del cual los himnos latinos son los que se hallan más cerca de la definición más restrictiva de canción.

También tenemos ejemplo en esta época de canciones profanas (temática no religión) monódica de la Alta Edad Media puede que constituyera un repertorio igual de extenso. Por ejemplo, canciones de trovadores, canciones de goliardos del siglo XII, las más famosas de las cuales son los Carmina burana.

En la Edad Media surgió un importante repertorio de canciones vernáculas: las chansons de geste épicas, las canciones de trovadores y troveros franceses, las Minnesang en las zonas de habla germana, los carols en Inglaterra y las cantigas en España. Las canciones exhiben una gran variedad de formas textuales y musicales. La notación rítmica es normalmente menos precisa en los manuscritos que la notación de la altura y no se sabe a ciencia cierta cuál era el estilo interpretativo (por ejemplo, se piensa probable un acompañamiento instrumental).

La danza parece haber ejercido una fuerte influencia en algunas canciones medievales.

[Aud canto gregoriano]

[Aud cantiga Santa Maria]

Aud: ANÓNIMO: Romance de Gerineldo]

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3. La canción polifónica de la Edad Media y del Renacimiento

En el siglo XIII, el motete polifónico que había nacido como un mero género religioso, empezó a componerse también con textos profanos en latín y en lenguas vernáculas (en ocasiones dos simultáneamente), aunque seguía conservando un tenor del repertorio del canto llano. En los siglos XIV y XV, el motete se convirtió en un vehículo para los textos de amor cortes y de las ceremonias profanas.

En el siglo XIV, Francia e Italia fueron el escenario de un gran florecimiento de la canción polifónica profana:

En el ars nova francés, la gran variedad de géneros de los trovadores se vio reducido en buena medida a las formes fixes: rondeau, virelai y ballade (G. de Machaut). La textura a tres voces era la más habitual, con una parte cantada y dos probablemente instrumentales.

En el Trecento predominaron en Italia el madrigal y la ballata (Jacopo de Bologna y Francesco Landini). Lo normal eran la existencia de dos partes cantadas a las que se unía a menudo otra instrumental. También se componían elaboradas canciones en canon (la caccia en Italia) mientras que algunos géneros siguieron siendo parcial o totalmente monódicos. (por ej, el lai).

La tradición de la canción inglesa se mantuvo relativamente al margen respecto del continente y las fuentes transmiten un repertorio más reducido de los llamados rounds (“Sumer is icumen in” s. XIII) y carol.

En el siglo XV, el número habitual de voces de la canción polifónica se incrementó gradualmente de tres a cuatro, empezó a ser habitual la imitación entre las voces y las “formas fixes» dieron paso a textos más libres.

La chanson franco-francesa floreció a mediados del s XV (Binchois y Dufay). Durante un tiempo, los compositores de los Países Bajos marcaron la pauta en la composición de chanson estableciendo el estilo internacional de imitación polifónica.

Aunque la polifonía predominó en los siglos XV y XVI, los compositores también alumbraron cantidades de canciones solistas con acompañamiento, fundamentalmente en los villancicos y romances españoles del XVI para voz y vihuela. El número y la naturaleza de las canciones más populares puede adivinarse a partir de la aparición ocasional de sus melodías en las composiciones polifónicas (L´homme armé, Milles regretz, etc.).

A comienzos del siglo XVI, la norma pasó a ser la imitación generalizada, que se daba en el texto y en la música de todas las voces. La chanson parisina y la frottola y el madrigal italiano eran los géneros más cultivados. Poco a poco la textura de las canciones polifónicas se enriqueció hasta alcanzar las cinco y a veces seis. El madrigal italiano de finales del XVI y comienzos del XVII (Monteverdi y Gesualdo) fue el género de canción más importante de su tiempo.

5. La canción de concierto en los siglos XVIII, XIX y XX

En el siglo XVIII, la clase media pasó a ser muy influyente en su doble papel de oyente y de consumidora de música. Los compositores de canciones intentaron a menudo crear música vocal que fuera accesible para el público. El clave se sustituyó progresivamente por el piano, más poderoso y dinámicamente más expresivo que, poco a poco, acabó fabricándose y vendiendo en grandes cantidades. Estos factores contribuyeron al nacimiento de la moderna canción solista con acompañamiento de teclado. Aproximadamente al mismo tiempo, la recopilación y edición de canciones folklóricas proporcionó un corpus de canciones accesibles, así como un estilo que sería asimilado por la tradición artística. Beethoven y Haydn crearon acompañamientos de teclado para sus melodías folklóricas, que dejaron su huella en composiciones originales como las aria de Papegeno en la ópera Mozart La flauta mágica.

En cuanto a la música vocal religiosa siguió dentro de la tradición (función litúrgica, textos en latín, ) aunque aumentó el dramatismo en su melodía y se fueron añadiendo instrumentos de la orquesta en el acompañamiento.

[Aud MOZART Réquiem: Confutatis:

[Aud SCHUBERT: Lied La trucha]

A finales del XVIII y comienzos del XIX, las tradiciones nacionales adquirieron importancia en el desarrollo de la canción solista. La más importante fue la alemana, que dio lugar al lied, del que Schubert y Schumann (seguidos por Brahms, Wolf, Mahler, R.Strauss) fueron los principales exponentes. Los mejores lierder alemanes tienden a la selección de poesía de primera fila y un papel para el piano muy expresivo. La canción de concierto francesa, la mélodie, comparte estas características pero incorpora el estilo inconfundible francés de sus compositores (Berlioz, Fauré, Duparc).
América e Inglaterra no contribuyeron de manera notable a la canción de concierto del siglo XIX. Su importancia dentro de la historia de la canción radica en la canción popular (por ejemplo, de espectáculos americanos y las canciones de cabaret).
La canción popular ha eclipsado completamente a la canción de concierto en el siglo XX en cantidad y la mejor música en sus numerosas ramas (folk, comedias, jazz, rock and roll) posee una belleza, un ingenio y una expresividad innegable.  Escucha este ejemplo de música compuesta 2019.

[Aud Residente: René ]

4. La canción acompañada del Barroco

A comienzos del siglo XVII se produjo un amplio resurgimiento del interés por poner música a textos para voz solistas, a menudo de un modo semejante al habla sobre un sencillo acompañamiento acórdico (monodia con bajo continuo) tal y como se cultivaba en la nueva ópera pero también en el madrigal solista de finales del siglo XVI. Siguieron existiendo al mismo tiempo las canciones regularmente métricas derivadas basso ostinato del siglo XVI. En la Inglaterra isabelina florecieron las canciones o ayres con laúd escritas por compositores madrigales como Morley o John Dowland. En Francia, las canciones análogas eran los airs de cour. Tanto en el repertorio inglés como en el francés muchas canciones se basaban en ritmos y diseños de danzas populares (pavana y gallarda). Purcell integró los estilos vocales italianos e inglés en un importante catálogo de canciones solistas a finales del XVIII. Purcell y sus contemporáneos escribieron también canciones humorísticas y obscenas a varias voces.

Durante el siglo XVII, las canciones a solo o las arias de ópera que partían en buena medida de modelos italianos, devinieron más complejas en su registro y su ritmos, más gimnástica vocalmente y orientadas cada vez más haca la proyección de la emociones o afectos del texto, así como a la expresión clara y directa de la letra. Esta tendencia alcanzó su cenit en las arias de Alessandro Scarlatti (ópera), Haendel (ópera y oratorio) y Bach (cantata) del siglo XVIII. El repertorio vocal de este tipo tendió a eclipsar la más sencilla canción a solo de finales del Barroco.

[Aud PURCELL: aria «When I am laid in earth” de la ópera Dido y Aeneas]

[Aud HAENDEL: aria «Lascia ch pianga» de la ópera Rinaldo]