Melodía: línea de sonidos

Ideas clave

• Una melodía es una «línea musical» es decir, una línea o sucesión de sonidos (notas musicales). De cada melodía podemos describir su perfil (cómo se mueve linealmente hacia arriba y hacia abajo) y su ámbito (distancia entre su nota más grave y su nota más aguda).
• Un intervalo es la distancia entre dos notas. Decimos que una melodía «se mueve en intervalos contiguos» cuando la mayoría de lsus intervalos son conjuntos, mientras que si «la mayoría de sus intervalos son disjuntos» la denominamos «melodía disjunta o que se mueve a saltos».
• Las unidades que forman una melodía se llaman frases. Las frases acaban en lugares de reposo llamados cadencias.
• Una melodía puede presentarse sola o acompañada de una melodía secundaria (contramelodía) o acompañada de acordes (acompañamiento).

La melodía constituye el elemento musical que más directamente atrae al oyente. Es lo que recordamos, lo que silbamos y tarareamos. Sabemos si una melodía es buena cuando la oímos y reconocemos su poder para emocionarnos. Veremos que la melodía es un concepto universal compartido por la mayoría de las culturas musicales del mundo.

Definición de melodía

Una melodía es una sucesión de sonido individuales que percibimos como un todo reconocible: una sucesión coherente de notas. Con las alturas/notas de la melodía nos relacionamos de la misma manera en que oímos las palabras de una frase: no por separado, sino como un pensamiento coherente.

Cada melodía tiene su propio carácter basado en su amplitud, perfil y movimiento. Una melodía discurre aumentando y disminuyendo en altura; su tesitura o ámbito  es la «distancia entre la nota más aguda y la mas grave». Este ámbito puede ser muy estrecho, como en una canción infantil fácil de canturrear, o muy ancho, como en algunas melodías tocadas con un instrumento. Aunque esta distancia puede medirse en número de notas, la tesitura la describiremos en términos aproximativos: estrecha ( < 5 sonidos), media (entre 5 y 7 sonidos) o ancha (más de 8 sonidos).

El perfil de una melodía es su forma general según sube, baja o permanezca estática sobre la misma nota. Una melodía podemos visualizarla gráficamente como una línea que fluye ascendiendo o descendiendo, dibujando una forma de arco, una suave ondulación, o un zigzag.

La distancia entre dos alturas de una melodía se llama intervalo. Las melodías que se mueven principalmente por pequeños intervalos de una manera fluida y tersa se llaman conjuntas, mientras que las que se mueven en intervalos más amplios y discontinuos se describen como disjuntas. El movimiento de una melodia puede ser variable o invariable; por ejemplo, puede comenzar con un movimiento de tesitura pequeña y conjunta y, al desarrollarse, expandir su tesitura y hacerse más disjunta.

perfil

Analizamos una melodía

“Los intervalos y los diseños motívicos vienen a ser las palabras y las frases de la melodía.” (LaRue, 63)

Cuando analicemos una melodía tenemos que observar cuestiones como:

–distancia entre sus intervalos es ¿conjunta o disjunta? si tiene saltos: amplios o reducidos? (¹) Por consiguiente, con los términos de grados conjuntos, disjuntos o saltos podemos definir prácticamente cualquier estilo melódico si pensamos en ellos con flexibilidad, considerándolos como movimientos melódicos relativamente pequeños, medios o grandes, respectivamente. (Ejemplo 4.7)

– ámbito y la tesitura de las frase: buscamos en una frase su nota de comienzo y de final (escribirlas en un pentagrama como redondas) e indicando luego entre ellas el punto/nota más aguda y el más grave (negras sin plica). (Ejemplo 4.8)

– tipología de los contornos melódico: Es importante utilizar algún método de generalización melódico, de los motivos, semifrases o frases. Para establecer una tipología de los contornos melódicos podemos representar el movimiento interválico en un esquema taquigráfico abreviando los adjetivos ascendente, descendente, nivelada, ondulante y quebrada/zigzag (A, D, N, O y Q/Z) Combinando las letras mayúsculas con las minúsculas podemos dar idea de la magnitud de esas acciones melódicas desde el punto de vista del espacio y de la duración. Si necesitasemos precisar aún más, podríamos diferenciar la ondulada de la quebrada. (Ejemplo 4.9)

Procedimientos compositivos

El compositor tiene básicamente cuatro procedimientos compositivos u opciones de continuación o crecimiento melódico: recurrencia, desarrollo, respuesta y contraste.

a) Recurrencia, que incluye tanto la repetición inmediata, la formas más simple de continuación (a a) como también el retorno después de un cambio (a b a), potencialmente uno de los procedimientos de creación de formas más altamente desarrollados.

b) Desarrollo (interrelación) que incluye todos los cambios que derivan claramente del material precedente tales como variación, mutación, secuencia u otras formas de paralelismo menos precisas, además de las ´técnicas de inversión, disminución, aumentación y retrogradación` de motivos dados y cantus firmus. (a, a1, a2, a3…)

c) Respuesta (interdependencia) que incluye continuaciones que ejercen un efecto de antedente-consecuente, aunque no se deriven específicamente del material precedente; por ej las simetrías (ax, ay) El comienzo de la sinfonía Júpiter de Mozart proporciona un ejemplo típico de respuesta, antecedente-consecuente.

d) Contraste, constituye un cambio completo (a b) seguido normalmente por una gran articulación separada por cadencias y silencios (Ejemplo 4.6)

No siempre resulta fácil fijar la línea divisoria entre las categorías del desarrollo y de la respuesta pero da buen resultado pensar en el desarrollo como una una continuación estrechamente emparentada con la melodía y en cambio, menos relacionada o incluyo no relacionada, con los otros elementos. La respuesta entonces simplemente invierte esta situación: incluye unas continuaciones no relacionadas melódicamente pero perceptiblemente relacionadas con los otros elementos.