Música en la Antigüedad: civilización griega e Imperio Romano

Apolo, sostiene una cítara en la mano izquierda. Vestido con una corona de laurel, un peplos blanco, un himation rojo y sandalias, sentado en un trono con patas de león; Frente a él, un ave negra (cuervo). 

Música en la Antigüedad Griega

 

En la Antigua Grecia, surgieron las primeras manifestaciones musicales descifrables, que hoy se conservan en manuscritos. Los griegos acuñaron el término «mousike» (de donde proviene la palabra «música»), que englobaba tanto la poesía, como la danza y la música. Para los griegos, la música era un regalo de los dioses, y figuras como Platón la consideraban fundamental para la educación, dedicando a este tema un capítulo completo en La República, donde enfatizaba su importancia en la formación moral y emocional del ser humano.

La notación musical griega utilizaba letras del alfabeto, y la teoría musical de esa época incluía diferentes escalas que formaban los modos. Estos modos, como el dórico, el frigio y el lidio, han influido profundamente en la música occidental y continúan siendo una base en la música popular actual. La presencia de la música en la vida social y cultural de Grecia se manifestaba en múltiples eventos, como las competiciones musicales anuales en Atenas y los festivales en honor a Dioniso, donde la música y el teatro se unían.

Entre los instrumentos más emblemáticos se encuentran la lira, la cítara y el aulos (una flauta de doble caña). La música era omnipresente, como reflejan las representaciones de músicos en vasijas y esculturas, y se empleaba tanto en ceremonias religiosas como en actividades cotidianas.

El legado de la música griega también se manifiesta en la figura de los aedos, poetas itinerantes que, acompañados de la lira, preservaban y transmitían las historias y mitos a través de la oralidad. Esta práctica reforzaba la conexión entre la música, la literatura y la educación moral. Filosofías como las de Pitágoras promovieron la idea de la música como armonía universal y «medicina para el alma», mientras que Aristóteles le atribuía el poder de alcanzar la catarsis emocional, un concepto que aún estudiamos en la educación musical para trabajar la expresión y el autoconocimiento en el alumnado​​.

En Atenas también surgió el ditirambo, un tipo de canto en honor a Dioniso, acompañado de danzas y aulos, del cual se originaron el drama, la tragedia y la comedia, integrando música, poesía y danza.

En los aposentos de mujeres de una casa, tres mujeres lujosamente vestidas se preparan para una sesión de música.
Una mujer sentada se relaja mientras toca un 'barbiton' (un instrumento de cuerdas). Sobre su cabeza cuelga una lira. Frente a ella, otra mujer sostiene unas flautas dobles, y una tercera levanta la tapa de una caja. La escena evoca el mundo acomodado y relativamente educado de las mujeres atenienses adineradas.
Músicos tocando instrumentos como el tuba, el hydraulis (órgano de agua) y el cornu en un contexto de espectáculo, posiblemente durante los juegos de gladiadores.
Estos mosaicos romanos son clave para entender cómo la música formaba parte en el entretenimiento y celebraciones en Imperio Romano.

Música en el Imperio Romano

La música en la Antigua Roma era una constante en la vida cotidiana y se utilizaba en diversos contextos: desde ceremonias religiosas hasta celebraciones privadas, eventos multitudinarios y actos militares. Aunque se han conservado muy pocas partituras de música romana, disponemos de numerosas descripciones de los instrumentos y de cómo se tocaban, así como referencias a títulos de piezas que alcanzaron gran popularidad en su tiempo. En Roma, la música no solo se consideraba un entretenimiento, sino que también estaba relacionada con la identidad cultural y la cohesión social.

Durante el Imperio Romano, la música adquirió un papel importante en espectáculos y eventos públicos, especialmente en la arena. En los juegos de gladiadores, la música se utilizaba para aumentar la emoción del espectáculo, acompañando los combates con ritmos que variaban según el desarrollo de la lucha, y se consideraba un lujo adicional ofrecido a los espectadores. Además, la música formaba parte esencial de otras artes escénicas, como la pantomima, donde se combinaban danza, música y textos cantados en representaciones que relataban historias mitológicas o episodios históricos. Este tipo de espectáculos era popular entre todas las clases sociales y reflejaba la influencia de la música griega, que los romanos adaptaron a sus propias tradiciones.

Entre los instrumentos más comunes en la Roma antigua se encontraban el tibia (similar al aulos griego, una especie de flauta doble), la cithara y la lyra (heredadas de la cultura griega), así como otros de origen etrusco, como la cornu (una gran trompa curva utilizada en ceremonias militares) y la tuba (trompeta larga de metal que servía para dar señales en el ejército). También se usaban instrumentos de percusión como el scabellum (un dispositivo de madera para marcar el ritmo con el pie) y el tympanum (pequeño tambor de mano).

Además, la música tenía un papel en la educación de las élites romanas. Aunque se daba menos importancia que en la Grecia clásica, se consideraba parte de la formación integral de los jóvenes, quienes aprendían a tocar algunos instrumentos y a comprender los efectos de la música en la oratoria y la retórica. En las celebraciones privadas, se contrataban músicos y bailarines para animar banquetes y cenas, donde la música ayudaba a establecer un ambiente festivo.

En resumen, aunque la música romana no ha perdurado en forma escrita, su presencia en la vida cultural, religiosa y militar de Roma, así como su valor en los espectáculos y eventos sociales, destacan el lugar que ocupaba en el tejido social de la época. La influencia de la música romana perdura en ciertos aspectos de la música ceremonial y militar que aún se utiliza en nuestra sociedad actual.